martes, 5 de febrero de 2013

Capítulo 4: Primer día de instituto

Una semana más tarde...
- Viv,cariño, despierta - Abro los ojos poco a poco y veo que mamá está en el borde de mi cama, zarandeándome el brazo ligeramente.
 - ¿Ya es la hora? - pregunto, con voz soñolienta.
 - Sí. Vamos, te he hecho tostadas para desayunar.
Se levanta de la cama y en menos de un segundo ha salido de mi habitación y ha cerrado la puerta. Me levanto yo también y voy con paso lento al vestidor. Pongo los brazos en jarras sobre la cadera y ladeo la cabeza. ¿Qué me pongo? Si no tuviera tanta ropa todo sería más fácil. Fuera ha salido el sol, así que hará algo de calor.
Al final decido ponerme unos vaqueros pitillo, unas manoletinas blancas, una camiseta de tirantes verde mar ceñida y una rebeca blanca. Entro al cuarto de baño y me peino el pelo. Decido hacerme una trenza en el lado derecho, y me maquillo un poco

Bajo a la cocina como una bala, y me como las tostadas.
  - Adiós, mamá. Nos vemos luego - le digo, abriendo la puerta que lleva al garaje y cogiendo mi bolso. Rebusco en él hasta encontrar las llaves, y arranca el motor. Conduzco por el bosque, en el casi invisible camino que lleva a la carretera.
Llego en cinco minutos, así que aparco en un buen sitio y pongo música. He llegado demasiado pronto, faltan 20 minutos para entrar. Mientras canto "Die Young" de Ke$ha, veo entrar a mi padre al instituto. Claro, se me olvidaba, lo han contratado como el profesor de Lengua y Literatura aquí. Seguramente me estará vigilando a todas horas, y lo tendré de profesor. "Genial, que curso más entretenido voy a tener". Justo cuando empiezo a refunfuñar en voz alta, oigo como alguien da unos golpecitos en el cristal. Me giro, sobresaltada, y veo a Derek Brilow sonriente al otro lado de la puerta. Bajo la ventanilla y le pregunto:
  - ¿Necesitas algo?
  - No, sólo me preguntaba a quién le has robado el coche.
Pongo los ojos en blanco, y al ver que no respondo, añade:
  - Es broma. Bonito coche, sí. Un Bentley.
  - Gracias - digo yo.
  - Bueno, ¿cómo estás?
  - Bien, ¿y tú?
  - Sí, bien. ¿Quieres que te enseñe el instituto? - me pregunta.
  - Bueno, eh... Yo... No hace falta .
  - Venga, si no llegarás tarde tu primer día de clase - Y me dedica una sonrisa tan encantadora, que es imposible decirle que no.


Entramos en la oficina del instituto, a hablar con la secretaria sobre mi horario.
  - Hola - le digo. Derek está detrás mía, tan cerca que puedo notar su lenta respiración en la nuca.
  - Hola, cielo. Tu debes de ser Viveca, la hija del señor Feryn.
  - Eh, sí, soy yo.
  - Tu padre ya ha entregado los papeles y está todo en orden - me dice, con una sonrisa. - Aquí tienes tu horario. ¿Necesitas algún mapa del instituto?
  - No, no lo necesita. Ya estoy yo para hacer de guía - dice Derek.
  - Espero que no pases mucho tiempo con él, si no estarás todos los días en la sala de castigo - dice, señalando una puerta marrón a su derecha.
  - Qué va, Mary. Este año me verás poco por aquí - dice Derk, riendo.
  - Eso espero, muchacho. Y ahora, venga, id a clase. Suerte en tu primer día, Viveca - me dice Mary, con otra sonrisa.
Salimos al pasillo, atestado de gente, y me pregunta Derek:
  - ¿Qué tienes a primera hora?
Miro mi horario, lleno de asignaturas y nombres de profesores, y digo:
  - Creo que... español, con la Sra. García.
  - Ah, suerte con ella, es un hueso duro de roer.
  - Bueno, he vivido en España; me acuerdo de suficiente como para hablarlo.
  - ¿Enserio? Guau, entonces puedes dar por aprobada la asignatura; siempre aprueba a los que saben hablarlo bien.
  - Mejor - digo sonriendo. - ¿Y tu, qué tienes ahora?
  - Economía - dice, con sarcasmo en la voz. - Voy a dormir un rato más, lo único para lo que vengo es para que no me suspenda por faltar a clase.
Suelto una carcajada, y nos encaminamos a mi clase de español, que está en el segundo piso.
  - Nos vemos luego - me dice, guiñándome un ojo. Lo veo alejarse y entro en clase.

La clase consiste en presentarnos, recordar lo que dieron el año pasado y hacer un pequeño examen iniciativo. Cuando suena el timbre, salgo y veo a Derek, que me está esperando fuera, para acompañarme a Historia, la segunda hora; y también a Lengua y Literatura, con él "Sr Feryn". Cuando mi padre me ve con Derek, pone cara de: " Ya hablaremos cuando llegues a casa". En esta clase coincido con él, así que entramos los dos. Saluda a un chico muy mono de pelo castaño, a una chica igual que él (serán mellizos) y a una chica pelirroja, que me mira con cara de pocos amigos, y nos sentamos en la última fila.

¡Por fin la hora del almuerzo! Derek está a mi lado callado, de camino a la cafetería.
  - ¿Qué tal te han ido Español e Historia? - me pregunta de repente Derek.
  - Oh, genial. Pero me ha ido mejor Lengua y Literatura - digo con ironía.
  - Qué suerte de que tu padre sea el profesor, eh - dice, riendo.
  - Sí, a mí también me hace mucha gracia... - digo, cerrando los ojos. - Cuando nos ha visto juntos entrando y hablando, ha puesto una cara...
  - ¿Enserio? - pregunta.
  - Claro que no, lo decía de broma. - Le miro a esos ojos verdes tan bonitos. - ¡Tendrás suerte si te pone un 5!
  -Bah, no te preocupes - dice relajado, poniéndome el brazo derecho sobre los hombros.- Le caigo bien a todo el mundo.
Suelto una pequeña carcajada y, al llegar a la cafetería, sé que el día sí puede ir a peor...: la chica de la clase de Lengua y Literatura que me ha lanzado una mirada asesina, viene hacia nosotros. Es alta y atlética, pelirroja y de ojos azules viene con cara de matar a alguien, hacia nosotros. Esa a la que quiere matar, es a la que está debajo de su "supuesto" novio...: Yo.








No hay comentarios:

Publicar un comentario